Me he tomado una semana libre.
Siendo freelance, trabajando para mí, siendo mi propia jefa, debería haber resultado fácil cerrar el ordenador, los emails y desconectar sólo por unos pocos días pero no, no lo ha sido. A pesar de tener hoy un negocio pequeño (soy muy ambiciosa pero a día de hoy es pequeño, esa es la absoluta verdad), tengo muchísima estructura montada (si lo pensáis, es fácil llegar a esa conclusión: podcast, mucha actividad en social media, mis newsletters semanales, una membresía recién lanzada, grupos de coaching y coaching individual, además de mi formación) y eso no ayuda a “cerrar la paradeta” y regresar en unos días.
Pero sí, me he tomado una semana libre porque la necesitaba. Emocional, energéticamente y profesionalmente, sobre todo.
Y cuando paras, cuando te concedes una pausa, suceden cosas.
Afloran a la superficie ideas, emociones, pensamientos…
Como lo que sucede en el yin yoga o en el restaurativo, prácticas que vemos cada mes en Dentro Studio y que como muchas estáis ya sintiendo, os da maravillosos regalos.
Una de las motivaciones principales que me llevó a la necesidad de parar fue el ritmo en el que estaba nuevamente inmersa.
El desalineamiento entre lo que quería estar viviendo y lo que vivía.
Sobre todo en cuanto a ritmos, sobre todo en cuanto a resultados.
Y sentí esta imperiosa necesidad de parar justo cuando lanzaba el mes de Mayo en mi Studio, un mes en el que el foco está en el DESCANSO. Benditas serendipias.
Y necesitando soltar, solté y paré.
He reflexionado sobre muchas cosas pero una de las principales y que hoy traigo por aquí es sobre el compartir y los espacios que se crean.
Personalmente creo en los espacios de crecimiento y expansión pero hoy ya no son todos exactamente así.
Hoy muchos de esos espacios son o se sienten una esclavitud (hablo por mí y por muchas otras personas) y se siente drenante.
Por eso estoy tratando de encontrar mi lugar, mi espacio y mi voz que siento que se nubla en ocasiones…
Mi viaje en el mundo digital
En 2008 empecé a compartir en el mundo digital.
Creé un blogspot y empecé a postear. Quería compartir todo lo que no sabía dónde colocar.
Me sentía desbocada y desbordada de belleza. Hallazgos, cosas que me entusiasmaban, nutrían e inspiraban y que sentía que tenían que llegar a alguien más.
Luego me uní a Instagram. Nada más salió la aplicación. Me entusiasmaba y cuando empecé a tener seguidores al otro lado del mundo, aún recuerdo la adrenalina y la emoción que sentí. No podía creérmelo. ¿Era posible estar viendo cosas y que vieran las mías, personas desde tan lejos? Parece increíble la pregunta, la duda en sí misma pero eso pensaba (pensábamos) en aquellos momentos.
Todo empezó de un modo orgánico, suave, desde el corazón.
Incluso cuando emprendí por primera vez, seguía con mi blog, con newsletters puntuales que no recuerdo cuando comencé e instagram que fue creciendo de un modo totalmente orgánico, sin buscar nunca nada más allá, incluso sin compartir demasiado sobre mi trabajo como storyteller y creadora de contenidos (previo emprendimiento). Hablaba de mi estilo de vida, recomendaba lo que se cruzaba en mi camino y me servía…
En marzo de 2019 me puse más seria con las newsletters y empecé a compartir de un modo más regular. Desde ese momento sois cada vez más quienes me seguís en este espacio y me siento inmensamente agradecida.
¿Y qué ahora?
Pero en este compartir han habido ups & downs.
Momentos que me he sentido más alineada y otros menos.
Más enfocada y en otros menos, sin foco ni claridad.
Y es normal. Soy humana. Cómo tu. Y es normal que estas cosas nos pasen.
Porque cambiamos, evolucionamos y en esas transiciones, hay cosas que por el camino deben ir acomodándose, soltándose, cambiándose. Y lo verdaderamente importante es escucharte.
¿Qué necesito? ¿Qué siento bien en mí?
¿Cómo quiero seguir de ahora en adelante?
Porque podemos deshacer lo que ahora no encaje con nosotras y hacerlo distinto.
No hay que estar anclada de por vida a algo o seguir lo que nos dicen que debemos hacer.
¿Qué quieres hacer tú? ¿Y de qué modo?
Yo quiero seguir siendo auténtica
compartiendo desde el corazón, llegar a cuántas más personas mejor para generar un impacto positivo, para cumplir con mi propósito y misión pero no a cualquier precio. Hoy no acepto drenarme más.
Es mucho el tiempo que he invertido en los últimos años en Instagram, creando maravillosos contenidos, con textos que salen de dentro, con los que quiero impactar, generar un cambio positivo, movilizar de algún modo… Pero resulta cada vez más complicado llegar con nuestros contenidos y es por eso que habrán cambios respecto a mi relación con esta red social. No sé exactamente cómo se verá pero será distinto.
No tengo un plan definido
pero lo que sí es seguro es que,
Siguen las newsletters así que seguiré semanalmente por aquí con lo que te invito a asegurarte de estar suscrita en este espacio.
Nace un Telegram privado para la comunidad de Dentro Studio (si estás en la membresía, ve a la página de Mayo y verás en el texto introductorio, un enlace que te llevará a este grupo).
Slow Talks sigue mes a mes. Aquí te dejo de nuevo el último episodio (compartido a finales de abril pero que corresponde al mes de mayo). Muy interesante para hablar y profundizar en el tema del DESCANSO.
Llegan los directos a IG (sin saber si para quedarse pero vamos a ver qué tal se siente la experiencia). Espero verte en ellos y contar con tu participación para hacerlo más dinámico e interesante. Lo mismo que pretendo con Dentro Studio, sobre todo con los workshops y talks mensuales y con este nuevo telegram que mencionaba antes, conocernos, interactuar, intercambiar, aportar… Aquí sobre el primer directo:
Jueves 18 de Mayo a las 19h “Yoga, el Camino del Bienestar”
con Mercedes de la Rosa, directora y fundadora de Zentro Urban Yoga.
Y como contaba en una carta anterior, cuando tengo momentos de crisis del tipo que sea, ¿qué hago?
Refuerzo mis rituales,
profundizo más en mi práctica diaria.
Estoy llena de recursos, como tú también lo estás y lo que aprendes con el trabajo interno (y esa es la principal intención del coaching, amiga, ayudarte a dar con tus respuestas, con tus recursos, con tus potencialidades; no soy yo la que te digo que hacer, eres tú que ves e identificas tu camino y eso es lo que nos empodera) es que puedes acceder a todo ello porque está en ti y está a tu disposición.
Y entonces te permites hacer lo que sea que necesites.
A veces, como yo estos días, no hacer nada más que el mínimo realmente necesario.
Nuestro cuerpo necesita lo que necesita. Nuestra mente necesita lo que necesita. Nuestro corazón necesita lo que necesita. Estas necesidades cambian con el paso del tiempo. Y esto está bien, es ok. No hay ningún tipo de problema. Tienes todo el derecho del mundo a descansar. Como reza todo el mes de mayo en el Studio, “descansar no es un lujo”.
Así que busca tu comodidad y entrégate a ella, querida.
Te abrazo fuerte,
Anna