Entre el compromiso y la laxitud
Encontrar el equilibrio entre tus normas, rituales y el flow y la flexibilidad
Soul Diaries es una suscripción con envíos gratuitos y otros bajo membresía.
Actualmente únicamente está funcionando de forma gratuita.
También puedes compartir fragmentos de mis textos en redes sociales mencionándome, compartirlo con alguien vía email, y ayudarme a llegar a más personas para que el mensaje toque a quiénes puedan necesitarlo. Gracias por leer y apoyar.
Sóller 2024, Mallorca
Me encantaría volver a ser consistente en la publicación de mis newsletters, como antes, publicar semanal y puntualmente todos los domingos pero… no está saliendo.
El otro día hablaba con una de mis amigas más cercanas a día de hoy y le pedía su opinión sobre un asunto que a menudo me inquieta: ¿Dónde está el equilibrio entre mantenerse fiel a las rutinas y la fluidez y el dar espacio para lo espontáneo, salirnos de la línea, hacer cosas a deshora, saltarse hoy eso que te habías propuesto y que te va tan bien en pro de otras cosas?
“Yo elijo ser más laxa y lo que necesito en cada momento. También divertirme, disfrutar en ese momento”. Me sirvió, compré su respuesta y me relajé. Porque a menudo estoy MUY ALERTA en lo que debo hacer. Aún hoy sí, y eso que las cosas han cambiado y me muevo distinto por la vida pero he llegado a ser tan responsable, comprometida, que en ocasiones eso me ha llevado a ser exigente de un modo no saludable y no darme espacio para VIVIR. Y me he movido de esa manera de hacer, thanks God, pero ha sido mi tendencia durante la mayor parte de mi vida y a veces, vuelvo a caer en ella y cuando estoy ahí debatiéndome, es bueno que o una misma o alguien cercano y de confianza, nos recuerdo lo que puede hacernos mejor en estos momentos.
Así que yo, como mi amiga, también elijo la laxitud, la fluidez, la espontaneidad y el divertimento, estar presente aquí y ahora pero… con equilibrio porque eso no significa que lo elija siempre, a todas horas y me salte mis compromisos porque a mí, personalmente, mis rituales, me hacen sentir increíblemente bien y eso me lleva a no desear soltarlos pero sí a ser flexible, de modo que aunque trataré de estar más regularmente por aquí, como con todo lo demás, me daré el permiso de ver cómo encaja o no en mi agenda y día a día.
¿Cómo lo vives y lo sientes tú?
¿Qué eliges, en qué punto estás?
Me encantará leerte. Recuerda que mucho mejor si lo dejas en comentarios, así podemos leerlo todos.
Otras cosas en las que he pensado últimamente
LAS COSAS SE ROMPEN Y A VECES LAS MÁS INESPERADAS.
Hace un mes exactamente mi coche dejó de funcionar. Se paró LITERALMENTE en medio de la carretera (en el lugar menos propicio para ello, en medio de la montaña en los Pirineos catalanes mientras regresábamos de un maravilloso fin de semana perdidos en la montaña). Nunca más volvió a la vida. Mi coche, que aunque antiguo y con kilómetros, estaba estupendo y de hecho me lo habían querido comprar varias personas, murió sin previo aviso.
Esto me llevó a reflexionar mucho sobre varios aspectos: la aceptación, la resiliencia, el agradecimiento, la abundancia, la generosidad y el apoyo de tu círculo cercano, la amistad, las prioridades… pero hay uno en concreto que quería traer por aquí.
Uno no piensa en que algo pueda no estar o dejar de funcionar, romperse, soltarse, salirse de la línea, ser de otro modo… cuando ve eso (sea una relación, un objeto, servicio, lugar, persona….) “perfecto” y con “perfecto” podríamos decir: en buena apariencia, calmado, ordenado, sin alteraciones… Vamos, que todo está ok. No hay discusiones, todo es armónico, funciona y responde a lo que se espera… Y en cambio piensa que en cualquier momento eso se puede terminar (repito, aplicable a lo que desees) porque se vive con problemas: se estropea regularmente del tipo “siempre hay algo” o hay discusiones - malos entendidos, incomodidad, no fluye.
Pues eso, que yo he pensado la veces y seguro que tu también en algún momento, no es bien bien así porque mi coche, aparentemente “perfecto” (también en la revisión anual) en un segundo dejó de funcionar y el de mi pareja, que está para el arrastre (literalmente!) ahí sigue (ambos de marcas buenísimas etc etc).
PENSAR EN LA MUERTE PUEDE HACERNOS SENTIR MÁS VIVAS.
Hace unos días se cruzó ante mí el concepto de death doula. No lo había oído nunca y me dió que pensar. Me parece fascinante que exista esta persona y de hecho, ¿por qué no iba a existir? Si tenemos doulas para recibir la vida, ¿cómo no para despedirla? Me parece algo muy muy necesario. Se trata de esa figura que te acompaña tanto si tu estás cerca de tu propia muerte (a prepararte para ella, vivirla de un modo saludable, acompañar a quiénes te rodean…) como si estás afrontando la muerte o posible muerte de alguien (duelando). Días después de toparme con este concepto, llegó a mí un podcast de Mel Robbins en el que entrevistaba justo a alguien que se dedicaba a esto. No existen las casualidades… Lo escuché y aún me pareció más interesante y sobre todo la reflexión de la entrevistada, que al llegar a este camino, fue sintiéndose justamente cada vez más viva, precisamente al afrontar cosas cómo “el cómo quiero morir”. Ella sostiene que eso es algo que deberíamos revisar anualmente, como cuando yo hablo de la visión de nuestra vida, que siempre sostengo de hacer cada año y animo también a revisar objetivos mensualmente, ella sobre la muerte, sostiene lo mismo. Muy interesante así que ahí lo dejo.
¿POR QUÉ JUZGAMOS TANTO?
Juzgar es humano, nos guste más o menos, es algo que hacemos la gran mayoría, en menor o mayor medida. Algo que por supuesto no hacen los animales y qué felices y libres están sin este asunto…
Yo he juzgado mucho, aún me pillo muchas veces haciéndolo… Pero he soltado. Creo que al entrar en contacto con el yoga, la meditación, al hacer mi trabajo interno… Todo eso se ha ido disparando… Pero como todo ser humano he estado ahí y me he sentido muy incómoda. No me gustaba ser y sentir de ese modo pero no podía evitarlo aunque me pareciera feo.
¿Qué tiene de bonito juzgar, criticar, hablar mal y negativamente de los otros? (Sean personas, productos, marcas, experiencias, lugares, sucesos…). Además eso te lleva a ti a una mala energía porque esa negatividad que sale de ti (en pensamientos o verbalizando) sigue estando en ti y al darle vueltas, se va haciendo grande y va ocupando más espacio en ti. No es nada sano, sinceramente pero, ¿por qué seguimos haciéndolo? ¿De qué nos sirve? “Te desahogas” me dirás. Bueno, sí y no. ¿Hasta dónde llevas ese “desahogo”? Porque a menudo lo hacemos inmenso.
En mi vida en los últimos años he tenido contacto con personas instaladas en el juicio y la queja y desde el punto de vista de la persona que está al lado, he de decir que es incómodo, feo, te baja la energía… y no es agradable. Es algo que yo no deseo tener a mi alrededor pero por algo la vida estaba trayéndolo a mi presente.
Yo sentí necesario protegerme y dar luz a eso que estaba haciendo la otra persona, mostrárselo con respeto. Por un lado no se trata de sacar a esas personas de tu vida pero quizá poner límites, ayudar al otro a verlo… Sabemos que somos espejos los unos de los otros y a veces estamos tan en nuestro bucle que no nos damos cuenta de lo que hacemos.
Creo que a muchos se nos ha educado y hemos crecido muy rodeados de crítica, negatividad… Hacia la sociedad, el sistema, la política, la educación… Y nos acostumbramos a movernos desde ese lugar así que entramos en la crítica y juicio y eso no hace demasiado bien. Eso no es constructivo, eso destruye de hecho.
Para transformar esto podemos empezar fijándonos en nuestra propia actitud y poner consciencia en cómo esto lo vivimos. Cómo también a nuestro alrededor sucede o se presenta eso… y quizá ir haciendo pequeños gestos que nos ayuden a soltar esa tendencia propia y ser ejemplo para los demás.
Nada más por hoy. Espero que hayas disfrutado de la lectura y te lleves algo contigo.
Gracias por llegar hasta aquí, un abrazo, feliz domingo y recuerda, si te apetece compartir algo, puedes hacerlo a continuación o hacérselo legar a alguien que pueda interesarle, no dudes en compartir el link.
Anna
OTRAS INFORMACIONES DE INTERÉS
// Si quieres una copia de mi nuevo libro, puedes hacerlo a través de la web de mi editorial Ibera Ediciones, aquí. A través de mí, copias firmadas, puedes encargarlo aquí. Y si quieres una copia también de mi primer libro, ver aquí, escríbeme por email y te mando ambos juntos.
Me encantó tu escrito. Me gustaría que definieras laxitud para tí, el concepto o me ha quedado del todo claro. Gracias.
Me ha encantado el concepto de dead doula. Sin duda creo necesario el acompañamiento en procesos de muerte al igual que acompañamos en el nacimiento. Gracias por compartirlo 😊